La Transición llega León – Conectando mundo rural y urbano

La Transición llega a León – Conectando mundo rural y urbano

A finales de octubre la Red de Transición tuvo el placer de participar en una serie de eventos en León. Una experiencia muy enriquecedora que entre otras cosas permitió un debate muy rico entre el mundo rural y urbano, y la aparición de un nuevo grupo de transición. Hemos querido traer en este artículo los testimonios de algunas de las personas que participaron, así que qué mejor que ellos para contarnos como fueron aquellos días. Desde la Red de Transición queremos agradecer especialmente a la Universidad de León, a Javier Seisdedos y a todos los participantes por hacerlo posible, por su entusiasmo, alegría y ganas de construir un mundo mejor. Antes de dar paso a sus testimonios, un poco de música a cargo de FON que junto con José Angel, ambos de la zona del Bierzo, amenizaron la celebración del sábado en un pequeño pueblito. Fue mágico. La transición llega a León.

Tejiendo hilos entre el mundo rural y la ciudad

Javier Seisdedos

Los días  23, 24 y 25 de octubre la Red de Transición hizo su entrada en León en el marco “Un punto azul pálido”, organizado por la Universidad de León a través de la Oficina Verde, la asociación Mundo Ético y Creamos Presente (dinámicas creativas para nuevos tiempos). Una treintena de personas asistieron el viernes 23 a la conferencia de presentación que tuvo lugar en esta ciudad (Vía Factum Coworking)  con el título “Movimiento en transición, la revolución silenciosa”

Juan del Río nos puso en situación y desgranó qué es el movimiento de transición, cómo y por qué nació, cuáles son sus principales objetivos a desarrollar en nuestras comunidades y dentro de este convulso mundo actual. Acciones para iniciar la transición hacia un futuro sostenible, la conferencia generó un debate interesante y enriquecedor, demostrando una gran calidad en las reflexiones e intervenciones del público amigo. El fin de semana acudimos a la llamada del pueblo, concretamente a las escuelas de Solanilla de la Sobarriba, donde 17 personas realizamos el curso intensivo sobre cómo iniciar un proyecto de transición. Fue un sábado muy intenso, trabajando y visualizando la transición exterior y la interior. El curso no dejó indiferente a nadie y por la tarde noche nos fuimos al teleclub de Navafría para disfrutar de unas sopitas de ajo para entrar en calor y acompañadas de una rica cena de picoteo que la asociación La Sobarriba Concejo Abierto preparó con todo el cariño. El regalo final fue la llegada de José Ángel y Fon, nuestros amigos músicos, que desde el Bierzo vinieron con todo su corazón a deleitarnos con canciones llenas de fuerza y emoción. El domingo por la mañana, para terminar, se presentó un trabajo interesante para todos, sobre todo ahora, cuando después de un año podemos contemplar las cosas que como grupo de transición hemos puesto en marcha. Ha sido para la mayoría una experiencia inolvidable y enriquecedora. Desde la organización queremos dar las gracias a todas las personas que de alguna manera han hecho posible que todo lo soñado se hiciera realidad. Ahora toca transitar juntos esta transición hacia la construcción de un nuevo mundo que entre tod@s, vamos a ser capaces de soñar, visualizar y llevar a la prácticade forma creativa. El día 15 de noviembre tenemos convocada nuestra primera reunión: en nuestro cuaderno de bitácora iniciamos una aventura que nos conducirá hacia horizontes comunes desconocidos. Os dejamos para finalizar algunas reflexiones de la mayoría de las personas que vivimos esta experiencia. Gracias por compartir.

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REFLEXIONES

Javier

“Todo lo que intuía, sentía y he visualizado sobre la transición se ha cumplido. Tenía la certeza que las herramientas que se han desarrollado en el curso nos serían de gran utilidad para ponerlo en práctica en nuestra tierra. Agradecido a todos los compañeros y de una manera especial a Juan del Río, ambos hemos confiado sin conocernos, pero con la determinación necesaria para saber que todo  saldría bien. Tengo la sensación interior que comienza un nuevo tiempo de unidad y aprendizaje, un tiempo lleno de grandes oportunidades. GRACIAS A TODOS POR COMPARTIR Y CONFIAR.”

“Entramos en el taller abriéndonos a la conciencia de la imposibilidad de seguir viviendo de la manera en la que lo estamos haciendo.

La alquimia que se puso en marcha en el encuentro con Juan y con vosotr@s me llevó a la esperanza de que hay salida y a la certeza de que para llegar a ella necesitamos caminar juntos y seguir tejiendo redes”

“Me quedo con la reflexión de Jeromo Aguado y Gustavo Duch en el curso del MUSAC (museo de arte contemporáneo): tienden sus redes, las suyas… Y vamos, y no picamos. Porque nosotros tejemos las nuestra. Nuestras redes. Redes de paz y concordia. Redes de sudor y corazón compartidas. Las nuestras”

Flor

Con respecto al curso para mí es importante que se organicen cosas de este tipo en La Sobarriba y, sobre todo, el conocer al grupo de personas que se reunió allí con unos intereses y unas preocupaciones comunes.

Gracias, Flor.

Germán

El curso me ha ayudado a visualizar y a sentir que la transición hacia un nuevo modelo de sociedad debe abarcar la conciencia personal, la conciencia colectiva y la gestión emocional para transitar desde el abismo en el que estamos hacia donde queremos ir, desde la capacidad de imaginar y construir ese futuro posible y deseado. Muchas personas estamos ya trabajando en crear alternativas que empujan hacia esa transición, que tal vez ya está en marcha y cuyos resultados en toda su amplitud posiblemente no lleguemos a ver. Es importante seguir sembrando y alimentando esas alternativas que nos conectan con nuestro planeta y con nuestr@s vecin@s de viaje, crear esas redes que faciliten la coordinación de todas ellas, que permitan visibilizar y canalizar toda esta energía que ya se está moviendo.

¡Un abrazo!

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Aurora

Para mí el curso sobre transición ha significado que he sentido y comprobado, no desde la teoría, sino en la práctica, que otro mundo mejor es posible. Que realmente la frase de Galeano “Mucha gente pequeña haciendo cosas pequeñas en lugares pequeños puede cambiar el mundo”, se puede materializar. Y no desde la ingenuidad sino desde la realidad. He comprobado que el grupo de personas en Solanilla queríamos mejorar nuestro entorno y que ya lo estamos haciendo. Mi visión del presente y futuro como algo catastrófico, barbarie inevitable, cambió. Escucharnos y soñar juntos/as con un entorno más cercano y sostenible me hizo recuperar cierta esperanza en la especie humana. Gracias a todos y todas.

Juan

Tras poner de manifiesto mediante distintas dinámicas que todos tenemos algo en común, pude observar que nuestras ideas no son tan diferentes a pesar de que en el grupo hay gente de distintas edades, gremios, educación, localización, etc. Esto hizo que el ambiente creado fuera estupendo, nos dispuso a compartir entre nosotros todas nuestras añoranzas de aquel mundo que imaginamos. Sentí que había ganas de empezar, de que salieran algo más que palabras de aquella experiencia. Nos encomendamos a los seres del futuro y pudimos ver que no era tan difusa la idea de vivir en harmonía y equilibrio con la naturaleza. Respetándonos y apoyándonos para cuidarnos entre nosotros y ser justos.

Oscar

Impresiones del fin de semana del Curso. Después de mucho pensar para sintetizar, me quedo con esta Idea:

” después del fin de semana en Solanilla ya sé que no puedo cambiar el mundo. Pero sí sé que puedo empezar cambiando yo, que puedo empezar a hacer la transición en mí. Y que eso generará una onda expansiva que se unirá a las ondas expansivas de otros muchos que también están haciendo su propio camino de transición, lo que va a provocar un tsunami tan fuerte que no habrá poder en la Tierra capaz de pararlo. Y entonces, la humanidad cambiará y el mundo cambiará. Quizá no lo vea, pero no importa, porque habré vivido mi cambio y en el fondo, lo importante es vivir
el proceso…”

Un abrazo

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Marta

Para mí el curso significo una lección de vida, de cómo escuchar y trabajar en grupo, y una inyección de adrenalina para seguir trabajando más en los valores que creo, pero en compañía, que es lo mejor de todo. Entendí que no todo es esfuerzo, sino que las celebraciones pueden ser más efectivas que tratar de conseguir un objetivo solo centrándose en él.
Un abrazo

Andrea

Para que un cambio sea dado primero tengo que reconocer aquello que debo cambiar y después analizar qué pasos están al alcance de mis posibilidades y junto con aquellas personas de mi entorno también dispuestas a dar ese paso, buscar la manera de hacerlo realidad. En el proceso de cambio, cuidar a las personas que me acompañan e intentar ser flexible y positiva es prioridad por encima del objetivo de cambio en sí mismo, ya que es en la comunidad armónica con l@s otr@s donde reside el mayor tesoro de la humanidad, el amor universal, el respeto mutuo, la inclusión de tod@s.

Julia

Para mí el curso de transición celebrado en la Sobarriba me ha servido para recordar o reforzar varios credos propios. Primero la confianza que tengo en las personas, llevamos años instaurados en la desconfianza, en el conflicto, en la desunión hasta el punto de que este contexto era el que se asociaba con la normalidad y aquellas personas que eran cívicas, solidarias, desprendidas, etc., eran vistas y tildadas de inocentes (en el mejor de los casos) y directamente “bobos” en general. Soy consciente de que estamos en un mundo capitalista-despiadado donde una de las principales tareas ha sido incentivar unos valores de competición y ambición que nos han cortocircuitado los naturales de cohesión, trabajo en equipo, solidaridad, etc. Pero justamente esto me da la clave del potencial que tenemos las personas, sino no le habrían dedicado tanto tiempo (e incluso cosas peores) a destruir este potencial que tenemos las gentes, el pueblo. Así es que, aquí está mi primera clave de cambio (y que percibí casi hasta tocarlo en el curso), volver al clan, a la gente por la gente, a la comunidad, al bien común por encima de todo y a la confianza como dice nuestro querido Paco.

Segundo, la pasión que me provoca la gente valiente que lo intenta, que tiene esperanza, que se mueve, que hace, que despierta y se posiciona. Que pasa de la teoría a la acción (sin desdeñar o abandonar la reflexión constante) sin miedo a la mirada de los otros, abiertas a sugerencias, críticas, discrepancias… pero para aprender, para repensar, para mejorar… y seguir adelante. Para mí, la síntesis, es un barco en el que vamos todos (lo queramos o no) y necesitamos la mejor tripulación posible. Que cada uno descubra y ofrezca su mejor potencia para mantener esta nave a flote y dirigirla a donde nosotros decidamos. Para aprender otras formas de organizarnos y ayudarnos con vistas a un mundo “un poco más complicado” que el actual y donde la red va a ser clave, a mí entender. Y para que mis hijos lo vean, frente a lo que conté anteriormente, para que la normalidad para mis hijos sea ver a las personas organizándose por el bien de la comunidad, por el bien común. Gente compartiendo, ayudando, tejiendo redes, concienciándose, esforzándose por hacer las cosas lo mejor posible para y por los demás (y uno mismo). No sé si esta será la solución (yo si lo creo), lo que sí sé es que lo voy a intentar con todas mis fuerzas como el mejor legado que le dejo a mis niños (mi honestidad en mis planteamientos y mis luchas) y frente a la inacción (demoledora) yo quiero darme la satisfacción de haberlo intentado a cada momento de mi existencia. Por mí que no quede.

La guinda del pastel es que esto esté sucediendo en mi zona, en mi comarca, con la gente con la que convivo a diario LA SOBARRIBA. Yo que me siento del mundo me regocijo en lo local como punto de partida y de ACCIÓN para el cambio. (Que ya está sucediendo)

GRACIAS Y SALUD COMPAÑEROS-AS

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Almudena

Fue un encuentro de personas y espacios donde poder reflexionar y compartir la inquietud e ilusión por definir proyectos que traten de fomentar un cambio de paradigma.
Una oportunidad para ahuyentar la soledad y la impotencia y alimentar el hogar interior con esperanza, motivación y responsabilidad. ¡A por la revolución interior cogiéndonos de la mano!

Shirin

De dependencia energética, agotamiento de las tierras y de los cuerpos, individualismo, prepotencia, conflicto, alienación TRANSITANDO hacia autoabastecimiento, regeneración, cooperación, humildad, paz, solución. Con mucho mucho amor, mucha mucha gratitud y mucha mucha esperanza…
¡Un abrazo!

Paco

Para hacer transición hay que sintonizar con otras personas con las mismas inquietudes. Inquietudes que surgen de la certeza de que es necesario hacer las cosas de otra manera, aunque ésa sea la única certeza, pues el desasosiego que acompaña a esa inquietud nos impide saber qué hacer, cómo hacerlo, ni por donde empezar.

Hacer las cosas de otra manera significa, para empezar, escuchar, respetar y aceptar las diferencias. Escuchar, respetar y aceptar en un sentido amplio, esto es, a uno mismo, a las otras personas y al medio en que nos encontramos. Nos encontramos en el sentido de ubicación en el mismo espacio, y también, desde un posicionamiento, entendido como actitud vital, que trasciende ese espacio, de reunión, de percepción de la existencia del otro y, simultáneamente, de percepción de la necesidad que tenemos de la otra persona. Tanto como que nuestra identidad cobra sentido en ese encuentro, en el que, de alguna manera, no sabemos cómo aunque lo intuimos, tenemos la sensación de que por fin hemos encontrado lo que andábamos buscando; y lo sabemos porque estamos a gusto juntos, porque las conversaciones fluyen, porque nos sentimos escuchados y comprendidos, aceptados, porque nos cuesta separarnos. Y poco a poco surge el deseo de hacer algo juntos, algo que sabemos que es necesario, y que es lo correcto.

En el encuentro empezamos a vibrar juntos y a sentir que podemos cambiar. Empezamos a creer que juntos, apoyándonos unos en los otros, colaborando solidariamente, es factible la creación de un futuro común. Y a medida que este vínculo se fortalece, el deseo se transforma en intención, y la comunidad de transición, se percibe como el medio y el instrumento, la célula, como unidad vital, en la que podemos, queremos, realizar la transición, juntas.

Así ha sido para mí el curso “Cómo iniciar la transición” que tuve la oportunidad, el honor y placer de hacer en León el 24 y 25 de octubre, impulsado por Javier Martínez Seisdedos y coordinado por Juan del Río, con quienes como cabezas visibles, junto al resto de compañeros de transición, iría hasta los confines de este mundo y más allá si es necesario, es una cuestión de confianza.

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