Marcha por el Clima: Cambiando el sistema, protegiendo el clima

Por Esther Molina y Cristian Moyano

Bajo el lema “cambiemos el Sistema, no el clima”, más de 3.000 personas nos unimos el pasado 10 de noviembre en Barcelona por la Marcha por el Clima. El objetivo: manifestar nuestra preocupación frente al caos climático acelerado al que nos está llevando el sistema capitalista.

La ciudadanía se pone en marcha

La marcha por el clima da voz a la preocupación de diversos colectivos. Por un lado la preocupación de la ciudadanía por el cambio climático. Por otro, la transversalidad de la lucha por la justicia climática. Se trata de una problemática que va más allá de la ecología. Nos habla de la capacidad colectiva de sobrevivir en un planeta cada vez más inestable. Como pudimos leer en muchos de los carteles y pancartas, “este planeta no tiene salida de emergencia”.

La marcha por el clima se organizó de manera descentralizada desde el Moviment per la Justícia Climàtica, un grupo de personas a título individual. También participaron entidades sociales y ecologistas, entre las que se encuentra Red de Transición, ante una preocupación común y compartida: la lucha contra el cambio climático.

El arte también tiene un rol en el proceso de cambio

Las semanas previas tuvieron lugar diversas reuniones organizativas y talleres de artivismo. Era esencial poner en marcha el potencial creativo de todas las personas participantes, dando lugar a una serie de originales y coloridos materiales reivindicativos. A las doce del mediodía las pancartas lucían en el paseo de Arc de Triomf y empezaba la marcha por el clima, que duró unas dos horas y media. Batukadas, música y bailes, bicicletas eléctricas, algún que otro disfraz y atrezzos muy trabajados…

Gente de todas las edades y procedencias organizada en cinco bloques. En la cabeza, las primeras afectadas – refugiadas, barrios localizados en primera línea de mar, grupos en defensa de la biodiversidad. En segundo lugar, las generaciones futuras – las familias con hijos, estudiantes, las mujeres embarazadas. El tercer bloque lo componíamos quienes aportamos soluciones – economía social, energías renovables, veganismo, movilidad sostenible. En cuarto puesto estaban quienes señalaban a los principales responsables del problema – grupos anticapitalistas, ecofeministas y anticolonialistas. Y en quinto lugar, tod@s las demás que quisieron sumarse, porque para cambiar todo, todas somos necesarias.

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El recorrido pasó por el Passeig de Picasso, Avda. del Marquès de l’Argentera, Passeig d’Isabel II, Passeig Colón… Terminando su paseo festivo y reivindicativo en la Plaça de les Drassanes. Allí se agradeció la participación, se dedicó un minuto de silencio por las víctimas del cambio climático y se presentó oficialmente el documento de las 94 propuestas.

Medidas para actuar con urgencia

Se trata de un conjunto de 94 medidas para afrontar la emergencia climática que varios colectivos recogieron. 4 días después se entregó en la Plaza Sant Jaume de Barcelona a las autoridades presentes en el encuentro internacional de Ciudades por el clima (C40). C40 es una red de ciudades comprometidas en la lucha contra el cambio climático que comparten conocimientos y experiencias. El objetivo de la entrega era hacer eco de la mobilización social por el clima y aportar soluciones que pudieran tenerse presentes durante las jornadas.

Os animamos a consultar, descargar y tener en cuenta el documento.

¿Por qué reivindicar un cambio de sistema en pro de un mejor clima, desde las ciudades?

El cambio climático es un problema crucial para las ciudades, que ya acogen más de la mitad de la población humana. Aunque ocupan menos del 2% de la superficie de la Tierra, consumen el 78% de la energía y son responsables del 60% de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Así, pueden jugar un rol importante a la hora de reducir los riesgos del cambio climático. Es indispensable que los pueblos y ciudades se empoderen para llevar a cabo acciones de mitigación y adaptación. Apostando por volverse más resilientes para hacer frente a la desestabilización que se acerca. La marcha por el clima fue una de ellas.

El cambio climático también es cada año más visible. El reciente informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, (IPCC) lo deja bien claro. No podemos continuar desplazando este problema al futuro. Ante una ineficacia política global que se niega a asumir lo que verdaderamente implica esta crisis, es nuestra responsabilidad actuar a escala local. Enfrentar esta crisis nos ofrece una oportunidad para transformar la ciudad donde vivimos para poder adaptarnos mejor a los impactos y mitigar las causas de esta crisis global.

La esperanza para responder ante los retos de nuestro tiempo

La acumulación de gases de efecto invernadero en las ciudades, el desgaste de recursos, la pérdida de biodiversidad… son algunos de los principales motores que arrancaron la marcha emprendida en Barcelona y en otras ciudades del mundo. Pero no son sólo problemas y mensajes desalentadores los que reunieron a miles de personas. ¡También las posibles soluciones que están en nuestras manos! Fomentar los cultivos ecológicos y locales, el decrecimiento, las energías renovables y la cooperación, son algunas de las propuestas que anunciaban las pancartas que izamos durante la marcha.

Hemos sido testigos y partícipes de ideas de esperanza activa, energía y amor por la Tierra unida en acción, clamando acciones resilientes colectivas.

MATERIAL EXTRA:

*Galería fotográfica colectiva

*“The Climate Emergency Plan”: debate internacional online sobre cómo expandir el poder de acción de los movimientos por el clima. Será el próximo sábado 24 de noviembre a las 15h. Podéis inscribiros y acceder aquí gratis.

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